El brandy es una bebida alcohólica elaborada principalmente de hollejos de uvas, es decir, se obtiene de la destilación del vino de uva (conocido también como vino de quema). Existen diferentes tipos de brandy, a los cuales en su proceso de fabricación se le añaden uvas enteras u otras frutas y estos reflejan su nombre en dicho proceso de elaboración.
Resulta ser un licor fino, para gustos refinados generalmente aunque es usado por maestros de la cocina para preparar platos exquisitos además de una gran variedad de cócteles. El brandy es un licor que se usa como bajativo, es decir que se toma luego de las comidas; esto ayuda a tener una mejor digestión e incluso hay quienes aseguran que tomar brandy luego de un almuerzo provee una mejor salud y evita contraer ciertas enfermedades.
Aunque en principio el brandy está hecho a partir de la destilación de vinos, el brandy tradicional (o el más común) es aquel que esté elaborado mediante vinos de uva ya que existen otras modalidades de brandy fabricados con frutas e incluso con lo sobrante de la uva (el bagazo).
El término brandy es relativamente reciente, puesto que dicho licor tuvo lugar en Europa a principios del siglo XVI siendo introducido al territorio por los mercaderes holandeses. Sin embargo, el brandy tiene sus orígenes varios siglos atrás cuando los musulmanes comenzaron a expandirse a varios países del mediterráneo.
El brandy se toma por lo general a temperatura ambiente, sin embargo hay quienes calientan la bebida para obtener un trago más fuerte y sentir un sabor mucho más robusto en sus paladares. El brandy posee un color marrón amarillento que le otorgan las barricas de roble en donde se añeja además de un sabor y aroma fascinante, este licor presenta notas de sabor como ninguna otra bebida alcohólica.